19 de diciembre de 2010



Llevo toda la tarde en Urgencias por una contractura cervical. Según el traumatólogo debo corregir mis posturas, no cargar con peso, recurrir a un fisioterapeuta cuando termine el tratamiento y deje de dolerme, desestresarme mas a menudo, aprender a delegar en otros, no acumular tensiones...La charla por mi bien ha sido considerable porque no se explica cómo he podido aguantar el dolorcito en cuestión tantos días.

Y...¿sabéis lo único q se me ha ocurrido contestarle en mi defensa? Que la teoría me la sé...pero que es muy difícil llevarla a la práctica. Creo que me ha entendido a la perfección porque cuando me ha pillado en la salida del Hospital encendiéndome un cigarrito, me ha dado una palmadita en la espalda y me ha recomendado que aguantase un par de horas con el collarin puesto, al menos hasta que llegase a casa y tuviera que empezar denuevo. No he tenido más remedio que volver a darle las gracias mientras me ayudaba a colocarme el collarin y el pañuelo al cuello.

Y aquí estoy con el collarín colocadito, con el portátil colocado a la altura de los ojos, para no cansar más mi pobre cuello, y esperando a que se pase pronto esta contractura porque soy una inútil total con el cuello rígido. Y lo peor de todo es que mis hijas dicen que no controlo a la hora de agacharme y darles el beso de buenas noches. ¡Con lo que me ha costado!

¡Menos mal que me han dicho que me  van a tunear el collarín en cuanto les den las vacaciones de Navidad! ¡Si es que han salido a su madre!

Un abrazo muy fuerte chic@s, y a cuidarse!


 

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