Siento en el alma tener que pasear por aquí en este momento. Tan solo quiero aportar un pequeño tributo a un gran actor que hoy tras una larga lucha contra el cáncer de páncreas nos ha dejado.
Conocí a Patrick Swayze en Rebeldes (The Outsider, 1983) y quise tener un hermano mayor que fuera como él. Su poster acompañó a Rob Lowe en la pared de mi habitación. Red Daw (1984) fué lo más, yo quería se así.
Me enamoró en Norte y Sur (North and South, 1985), e hizo que tuviera otro concepto de la guerra de secesión distinto al de Lo que el viento se llevó.
Dirty Dancing (1987) se convirtió una de mis películas favoritas. ¡Cuántas veces soñé con que mi novio bailara como él!
Fué para mí el actor más humano que había visto hasta el momento. Me emocionó el Sam de Ghost (1990) y por nada del mundo habría dejado que se fuera. Y para entonces, Le llaman Body (1991) y su afán de libertad marcaran un antes y un después en mi rebeldía. La Ciudad de la Alegría (City of Joy, 1992) me enamoró.
Lo siento en el alma, por él, por su esposa y por su familia. Desde aquí, tan sólo una cálida despedida. Te echaré de menos Patrick, siempre serás un tio legal. A ti te debo que aquél novio que ahora es mi marido comenzara a decirme a partir de entonces IDEM. Hasta luego. Seguiremos luchando.
1 comentario:
Jolín, este post lo hubiera podido escribir yo, palabra a palabra...
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